Esta semana santa mis chicas y yo hemos aprovechado para intentar subir al Anie.
Al Anie (tambien conocido como Auñamendi) se le conoce como el comienzo de la alta montaña pirenaica, situado en la frontera entre Navarra y la región francesa de Bearn, domina con sus 2504m el vasto macizo calcareo de la meseta de Larra.
En este caso la vía de ascensión la comenzamos desde el puerto de la Piedra de San Martín (1760m), entre el valle de Belagua y la estación de esquí de Arette. En este puerto fronterizo se celebra anualmente el histórico tributo de las Tres Vacas, por el cual los pastores del Bearn pagan con tres cabezas de ganado vacuno el derecho a pastar en el lado navarro.
Desde allí pasamos bajo la inconfundible píramide del Arlás donde la nieve primavera ya empezará a acompañarnos hasta el final.
Debemos cruzar varios collados, separados por profundas brechas en la roca, muy conocidas por los espeleologos que han certifacdo en la zona algunas de las simas más profundas de Europa. En este caso se encuentran cubiertas de nieve, lo que facilita su transito pero aumenta la peligrosidad.
En este punto, junto a la falda de la montaña, debemos superar el laberinto cárstico de los Arres de Anie, pero al estar cubierto de nieve como las simas, nos resulta muy facil tomando las medidas de precaución básicas (un par de sustitos de nada con agujeros hasta la cintura).
Finalmente atacaremos la cima por la pala de la cara sur, muy empinada, con la nieve bastante dura por la altitud y que se nos hizo muy complicada porque no llevabamos crampones.
(Esta foto está tomada a la vuelta, a la ida era como para andar haciendo fotos )
Tras 3h (antes de lo previsto) hicimos cima
En la cima un descansito para reponer fuerzas y admirar el impresionante paisaje que nos ofrece un día claro, donde destacan: La Mesa de los Tres Reyes, Petrechema, Bisaurin, Vignemale y mi admirado Midi D'Osseau, además de otras montañas menores.
La vuelta fue muy laboriosa, el sol apretaba con fuerza y la nieve primavera se convirtió en una sopa que hacía muy cansado el avanzar y aumentaba el peligro en las gritas y laderas con mucha pendiente.
Al final volvimos al coche sin mayores problemas que algún resbalón y "culada".
Esta fue la excursión, muy recomendable para aquellos que les apetezca dar una vuelta por la zona y quieran conocer uno de los montes mágicos de los vascones donde creían que vivía una de las formas de la diosa Mari.
Como opciones de hospedaje por los alrededores tenemos el refugio para montañeros de Belagua (a 9km del puerto) y varios camping por la zona (Isaba, Ochagavía y Esparza de Salazar) todos a menos de 40km.
La dificultad es media, quizás un poco más técnica con nieve (6,5 horas ida y vuelta) pero más larga en verano (unas 7horas, estimo). El desnivel es de 900m aunque los acumulados pueden rondar unos 1200m aprox.
Muy recomendable para cualquier amante de la montaña.
Un saludo