Parte de estas vacaciones de verano las hemos pasado mi familia y yo en el valle de Benasque.
Tomamos como "campamento base" el camping Aneto, muy recomendable a los que os acerqueis por alli por ser el que ofrece mayores comodidades de los tres que podemos encontrar en el pueblo.
Para realizar excursiones por la zona, en verano hay un servicio de autobuses que desde el pueblo te acercan a los refugios de la zona, muy usados por aquellos que quieren evitarse algunos kilómetros extra por pista asfaltada, porque está prohibido el acceso en vehículo particular. Nosotros no pudimos usarlos porque viajábamos con nuestra perra, y esto nos impidió intentar alguno de los tresmiles. Para intentar el Aneto, por ejemplo, se nos alargaba la ruta 2h más y después de 1400m de desnivel, serían demasiados. Quizás la próxima vez…
El caso es que ante esta contrariedad, decidimos empezar por ascender al Portillón de Benasque, que se situa frente al macizo de la Maladeta y desde donde podríamos ver perfectamente el glaciar del Aneto y el de la Maladeta. Estos glaciares estan, lamentablemente, desapareciendo y en las fotos se puede apreciar al color grisaceo que adquieren en los calurosos meses de verano.
La ruta comenzó en el parking obligatorio justo antes del hospital de Benasque, siguiendo el curso del rio Ésera en sentido contrario a la corriente hacia la parte alta del valle. El Portillón se encuentra a 2445m de altitud y es un paso con más de tres siglos de historia fronteriza, frecuentado por mercaderes, viajeros y contrabandistas.
Es una auténtica brecha en la montaña entre el Pico de la Mina y el pico Salvaguardia de 2.738m
Ante la cercanía de Salvaguardia, se convirtió en nuestro siguiente destino en esta ruta.
Desde allí arriba se disfrutaba de las maladetas, Perdiguero y Posets a un lado y de los lagos azules de Montagnets, Maille y Boums du Port al otro.
La vuelta la realizamos bajando directamente al llano de la Besurta, que es de donde inician esta ruta los que vienen en bus, mas corto y que evita el paso por algunas zonas interesantes de terreno karstico que habíamos superado en la ascensión.
Finalmente volvimos al coche por la carretera unos 5 km.
En la próxima entrega: El valle de Estós y los ibones de Batisielles
Un saludo, espero que os guste.