Siguiendo con nuestra reciente estancia en Chamonix, Francia, otra de las visitas inexcusables es la de tomar el trenecito de Montenvers y acercarse a conocer el Glaciar Mer de Glace.
En este tren de aspecto retro salvamos 900m de altura en apenas 20min que nos acercan a unos de los glaciares más grandes de los Alpes. La afluencia turística está, por tanto, asegurada.
En la estación de destino hay un hotel, restaurante, tienda de souvenirs y unas góndolas o telecabinas que facilitan el descenso hasta los pies del glaciar, unos 300m.
Nosotros optamos por bajar andando por un entretenido camino entre bosque y una frondosísima vegetación al principio…
… que termina convirtiéndose en un montón de escaleras y pasarelas.
En la misma base del glaciar han escarbado una gruta en el hielo en la que se explica parte de la historia entre los hombres y los glaciares mientras se producen bonitos juegos de luces.
En el entorno ya podemos disfrutar de algunas de las caprichosas formas que adquieren los seracs, bloques de hielo fracturados del glaciar.
Retrocediendo un poco recuperamos parte del camino de bajada para remontar un poco hacia la lengua del glaciar.
La idea era poder caminar sobre el, pero la ruta es complicada yendo con perro porque hay que bajar a través de una vía ferrata. Si ampliáis la siguiente imagen podréis ver las escaleras y cadenas que se utilizan para asegurar el camino.
Sin embargo conseguimos encontrar un camino un poco más accesible para el perro (no tanto para nosotros, aunque llevábamos material de escalada) y conseguimos bajar al hielo.
Es impresionante ver los tremendos seracs de cerca y pensar lo peligrosos que deben ser cuando los cubre la nieve y no se ven.
Como se puede ver parte del hielo está cubierto de las rocas que se desprenden de las paredes del valle glaciar, y que caen constantemente (uno de los grandes peligros al andar por las morrenas laterales).
Mirando hacia arriba también pudimos disfrutar de las vistas de algunas cimas impresionantes.
Para finalizar la excursión no hay nada como tomarse un tentempié en los bares de la estación ante tremendo paisaje.
Espero que os haya gustado el viaje, un saludo y gracias por llegar hasta el final.
